Situado en una pequeña elevación entre el campo de Montiel y el parque natural de la sierra de Cazorla y Segura, con un paisaje de colores terrosos e infinitas vistas.

Un hotel familiar en origen concebido para el turismo cinegético, que ahora convive con el turismo de interior, familiar y gastronómico.

Nuestro trabajo persiguió, sin obviar nunca la esencia ni la arquitectura popular, aportar las notas y matices de la arquitectura contemporánea y la mezcla de materiales, para conformar un espacio cálido y acogedor, propicio para los que buscan el relax de los pequeños pueblos.